Jose Ramirez (nacido en 1967) es un artista, maestro y jardinero urbano. La inspiración de sus pinturas son extraídas desde las profundidades de su herencia mexicoamericana y están arraigadas en el área metropolitana de Los Ángeles, la casa de su familia desde la década de 1920. Criado en El Sereno, con breves temporadas en Arizona y el área de la bahía de San Francisco, Ramirez ha dedicado su arte a capturar las condiciones sociopolíticas, económicas y culturales únicas que conforman la vida Latina en el sur del país. Influenciado por el muralista Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros (Los Tres Grandes) y por el movimiento populista de arte chicano de la década de 1960, las obras de Ramirez presentan una serie de lugares y personajes misteriosos—trabajadores humildes, guerreros antiguos, gánsteres, obreros, niños inocentes y criaturas místicas que estimulan la imaginación. Se ven en contra de exuberantes jardines tropicales o en el horizonte irregular del centro de la ciudad, como centinelas antiguas, reflejando la historia y la experiencia única de México.
Con un entusiasmo sobre y para la gente, las obras de Ramirez pueden ser sorprendentemente simples o complejas y desconcertantes, cautivando a los espectadores con composiciones audaces, formas estilizadas y colores primarios vibrantes. El artista a menudo comienza un lienzo con dibujos lineales modestos, construyendo lentamente el trabajo final sobre capas de pintura oscura, superponiendo brillantes pigmentos y contornos de color púrpura oscuro. A menudo expone sus lienzos más grandes sin tensar, dándoles la sensación de ricos tapices narrativos. Fijados a la pared simplemente con clavos, parecen apariciones fugaces de una especie de sueño que hacen recordar el realismo mágico de escritores latinoamericanos como Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges o Laura Esquivel. Las pinturas también brindan enlaces fértiles a la poesía del dramaturgo puertorriqueño Miguel Piñero y del hombre de letras uruguayo Eduardo Galeano, quien una vez exclamó que estaba “obsesionado con recordar, a recordar el pasado de América, sobre todo, y sobre todo la de América Latina, la tierra íntima condenada a la amnesia”.
Un entusiasta horticultor, Ramirez se inspira en el extenso jardín perenne que plantó detrás de su casa en City Terrace hace poco más de una década. Con frecuencia señala su interés en los papeles que la historia y la biología del suelo juegan en la supervivencia humana en este planeta. Lo que comenzó como pinturas de árboles y plantas nativas se convirtió lentamente en exploraciones de múltiples capas de la tierra misma, en pinturas como Los Angeles Garden y Above the Clouds, ambas en esta colección. El jardín de Ramirez, fotografiado para esta exposición por el artista de Los Ángeles Gary Leonard, aparece con frecuencia en sus pinturas, proporcionando el telón de fondo mágico frente al cual se desarrollan las historias del artista.